La exitosa serie de Paramount+ “Los Enviados”, que en España está disponible a través de SkyShowtime, narra las aventuras de dos sacerdotes del Vaticano y una monja que viajan a diferentes lugares del mundo, investigando presuntos milagros y verificando su autenticidad. Para capturar la segunda entrega en Galicia, España, el director de fotografía Miguel P. Gilaberte AEC confió en la ALEXA 35 y las ópticas ARRI Signature Zoom para cumplir las premisas narrativas y el sistema de rodaje de Juan José Campanella y, en ocasiones, las combinó con filtros Impression V para enriquecer el estilo de ciertas secuencias. En esta entrevista, el director de fotografía habla sobre el look tan especial de “Los Enviados”, y cómo las cámaras, ópticas y luces de ARRI jugaron un papel crucial para conseguir el resultado final.
Al crear las imágenes de la serie para la segunda temporada, el director de fotografía Gilaberte siguió las guías del ganador del Oscar, showrunner, productor y director Juan José Campanella, quien, desde el primer día de desarrollo de la serie, tenía en mente una visión estética clara para “Los Enviados”: “La primera temporada había transcurrido en México, y abrevamos de su cultura de la vida después de la vida, de la relación con la muerte, ambos temas muy arraigados en la cultura mexicana”, explica Campanella. En la segunda temporada, “España, con su historia de la santa Inquisición, nos invitaba a explorar otro aspecto del mundo de la serie: el fundamentalismo religioso. Siguiendo con la dinámica de la primera temporada, nuestra acción se desarrollaría en un pequeño pueblo. Y, fieles al principio estético de la serie, dejaríamos que la luz y el color fueran dictados por la historia y la cultura del lugar en que transcurría”.
En el set de “Los Enviados” en Galicia, el DP Miguel Gilaberte tradujo en imágenes las ideas estéticas del oscarizado director Juan José Campanella
Miguel, ¿con cuántos directores rodaste, además de Juan Campanella, en la segunda temporada de ‘Los Enviados’?
Hubo cuatro: Campanella, Martino Zaidelis y Camilo Antolini, de la misma productora, además de la directora española Inma Torrente. Trabajar con todos ellos fue una experiencia maravillosa. Disfruté de una manera muy especial y me siento muy orgulloso del resultado.
Localizar la serie en Galicia explica el look nublado y oscuro de esta temporada, que le viene muy bien a la trama. ¿Qué pautas visuales te dio Campanella?
Juan hizo una primera propuesta que me pareció estupenda: cambiar el aspect ratio de un 16:9 a un 2,35:1. Por otro lado, a Campanella le gusta la luz natural, por lo que me pidió que no se apreciara el uso de aparatos lumínicos.
La idea principal era que esta nueva aventura que se desarrolla en Galicia estuviera muy lejana de esa calidez de México de la primera temporada. Entonces, la luz del lugar nos ayudó mucho a dotar de ese ambiente más opresivo al pueblo ficticio llamado Porto Da Lúa que ambientamos en localidades como La Guardia o Tui. Queríamos que la fotografía fuera rupturista para acompañar a esta localización que supone un nuevo viaje para los dos curas del Vaticano, interpretados por Miguel Ángel Silvestre y Luis Gerardo Méndez. Esos colores más desaturados, además, venían muy bien para esta trama de misterio y suspense.
En “Los Enviados”, la hermana Emilia (Assira Abbate) y dos sacerdotes del Vaticano (Luis Gerardo Méndez y Miguel Ángel Silvestre) investigan un supuesto milagro en un convento con tres monjas ciegas
¿Cuál fue la motivación para el cambio de formato?
La elección del formato panorámico venía impulsada por ser una serie de personajes, lo que la hacía idónea para la composición… y para incorporar muchos planos de las localizaciones y hacerlas lucir en su mayor esplendor. Además, a Campanella le encanta rodar planos muy generales donde el espectador se ubique, pero que, además, aporten a nivel narrativo.
Los espacios en la segunda temporada de “Los Enviados” hablan de los personajes que allí habitan. ¿Has concebido la fotografía en función de cada localización?
Sí. De hecho, aunque suene a tópico, el paisaje aquí es un personaje más. Porto Da Lúa es un lugar con un ambiente totalmente opresivo, y en ello la fotografía juega muy a favor. Luego, en el espacio de la hermandad, con fundamentalistas religiosos, la fotografía es especialmente oscura. Por contra, en el convento, la fotografía tenía un tono acogedor con un punto de dulzura, que, como va opuesta a la narrativa, avanza la trama a su manera. Por ello, los tonos son un poco más cálidos. Otra premisa, además, era cuidar mucho las pieles, porque los protagonistas debían lucir.
“Los Enviados” salta de la calidez de la primera entrega, rodada en México, a la oscuridad del norte de España en su segunda temporada
¿Cómo incorporaste en tus imágenes la preferencia de Campanella por la iluminación natural?
Planteamos un sistema en el que la luz entrara por las ventanas en los interiores. La idea era hacer una fotografía con contraste, pero con luz suave. En exteriores día no utilicé una sola fuente de luz artificial, sino que jugué con la disponible a base de positivos y negativos, rebotando luz y tapando o sustrayendo. A pesar del desafío de filmar en un otoño e invierno bastante lluviosos, resultó ser una maravillosa ventaja estética.
Para las tomas diurnas en exteriores, el director de fotografía Gilaberte no utilizó ni una sola fuente de luz artificial
¿Qué aparatos de iluminación usaste en interiores?
Utilizamos un rango de equipos de iluminación que incluyó ARRI SkyPanel S360-C, SkyPanel S60-C, SkyPanel S30-C, tubos y luces ARRI M-Series 6k, 4k y 2,5k. Usamos poca incandescencia, porque en los interiores noche quería que la luz proviniera básicamente de los practicals de set -reforzados con mis aparatos, pero de manera discreta, siguiendo esa pauta general de naturalidad-.
¿Con cuántas cámaras se rodó la serie?
Teníamos dos cámaras simultáneamente, y siempre al hombro. Campanella me planteó que quería rodar con ópticas zoom, porque estaba haciendo shows americanos donde le funcionaban muy bien. Él, que tiene muy claro el montaje, comunica los cambios de plano sin cortes durante la toma a través de un intercomunicador, y todos debemos estar preparados para esos cambios rápidos. Como tiene profundos conocimientos de fotografía, es consciente de que a los DPs no nos gusta usar zoom todo el tiempo, pero lo cierto es que su sistema de rodaje por bloques aportó mucha agilidad al rodaje, permitiendo cumplir con el plan a pesar del número de planos que hicimos.
La segunda temporada de “Los Enviados” fue rodada con ALEXA 35, combinada con lentes ARRI Signature Zoom y, en algunas ocasiones, Impression Filters
¿Qué te llevó a la elección de los zoom Signature?
La calidad de las ópticas zoom que yo había probado anteriormente no me convencía en comparación con una óptica fija. También me preocupaba el peso, al ser un rodaje cámara en mano. Por eso, decidí hacer unas pruebas con los Signature Zoom de ARRI y compararlos con ópticas Signature Prime. Me sorprendió su calidad, hasta el punto de conseguir igualar los planos de ambas, de manera que, además, cubríamos el rango. Todos eran manejables en cámara, excepto el 75 a 300 mm, por lo que, para ese rango, llevé un Signature Prime de 280 mm.
¿Qué longitudes usaste?
Un 16-32 mm, un 24-75 mm y un 45-135 mm. De este último llevábamos dos, ya que, en muchas ocasiones, las dos cámaras rodaban simultáneamente con esta focal.
En aquel momento, no existía ninguna Signature 24-75 mm disponible en España. Así que, para intentar agilizarlo, me puse en contacto con el equipo de ARRI. En mi opinión, esta serie solo se podía rodar con los zoom Signature. No veía otra opción para los niveles de calidad, de contraste, de definición que yo buscaba. Estas ópticas zoom ofrecen un nivel de definición impresionante y, sin embargo, tienen la misma amabilidad que los Signature Prime proporcionan a los tonos piel. Daban a nuestra imagen cierta suavidad y, curiosamente, aceptaban muy bien las luces de contra sin que se produjera ninguna degradación.
